Unidad de Trasplante

La unidad de trasplante es mi nuevo hogar

El pasado viernes, 6 de noviembre de 2015, se efectuó mi traslado a la unidad de trasplante, ubicada en el 3er piso, se le llama así, porque allí se reciben a todos los pacientes que van a ser trasplantados, los que están en proceso de trasplante, y los que ya han sido trasplantados y necesitan de cuidados especiales durante un tiempo determinado. Yo continúo siendo una de los pacientes que va a ser trasplantada, pero estaré en ese estado por poco tiempo, porque desde hoy, inicio las sesiones de quimioterapia.

Cuando los doctores te informan sobre el traslado a la unidad de trasplante, es porque se está acercando la fecha para entrar en proceso de trasplante, dicho proceso se resume en aplicar las dosis de quimioterapias de forma consecutiva durante los días estipulados, conjuntamente con la combinación de otros medicamentos para preparar al organismo y que el mismo pueda recibir las células madre del donante sin rechazo alguno.

Respecto a mi estadía en el hospital, para que me sienta más cómoda en mi nueva habitación, el personal me concede la opción de decorarla a mi gusto, eso sí, no puedo recibir flores naturales de ningún tipo (Y yo adoro las plantas naturales), pero no será posible por un largo tiempo, ni frutas provenientes fuera del campus, el objetivo es evitar que adquiera algún bicho raro durante el proceso y se complique mi estado de salud, ya que mi sistema inmune estará completamente deprimido hasta que las células madre del donante se vayan reproduciendo y adaptandose a su nuevo espacio (mi cuerpo).

Si me preguntan si estoy asustada, pues sí, me asusta la idea de poder desarrollar la enfermedad injerto contra huésped (La EICH) siglas en inglés; es una complicación que se puede presentar después de realizarse un trasplante de médula ósea o de células madre. Cuando se manifiesta esta complicación, las células del donante recientemente trasplantadas atacan el cuerpo del que recibe (receptor) el trasplante.

Antes del trasplante, son analizados el tejido y las células del posible donante para ver qué tan compatibles son, con la persona que recibe dicho trasplante. La enfermedad injerto contra huésped es menos probable que ocurra o los síntomas serán más leves cuando la compatibilidad es alta. La compatibilidad con mi hermana es de un 50%, aunque los especialistas me dicen que no tengo de qué preocuparme, ya que han realizado trasplantes de este tipo de compatibilidad y los riesgos son mínimos porque saben cómo solucionar la situación si llega a pasar.

He dejado todo en manos de Dios para que sea él quien dirija el proceso, antes, durante y después. Sólo él tiene la última decisión.

Hasta la próxima!